Más Sobre Sobrevivir y Sucumbir
Seguir viviendo requiere que uno penetre en los misterios que lo están haciendo retroceder. Y el mayor de esos misterios es el misterio de “¿Debería yo sobrevivir? ¿O debería sucumbir?”.
– L. Ronald Hubbard
Desde su invernadero en Saint Hill Manor, Inglaterra, L. Ronald Hubbard tenía al mundo de la horticultura fascinado. Conforme las plantas de jitomate se elevaban hasta los 6 metros y los pepinos alcanzaban el tamaño de sandías, los expertos reconocieron que sus investigaciones representaban “un descubrimiento de una inmensa importancia para todos los jardineros”. Pronto la prensa mundial se enteró de la noticia, e insinuó la existencia de dramas desarrollándose en las huertas y campos agrícolas: “Las plantas se preocupan y sienten dolor”. No obstante, no sabían ni tenían idea.
Pues la verdadera historia era una mucho más grande y sus raíces eran mucho más profundas. De la reexaminación del Sr. Hubbard del Principio Básico de la Existencia (¡Sobrevive!) ) había surgido un descubrimiento que él describió como “tan estúpidamente simple que todos ustedes lo han sabido todo el tiempo”. Sin embargo, no dejaba de ser un descubrimiento con ramificaciones inmensas. Aquí está una nueva comprensión de los postulados básicos que tienen relación directa con el viaje de un individuo a la libertad suprema, a la vez que abre las puertas hacia el clearing planetario. En forma bastante literal.